domingo, 2 de mayo de 2010

Asiento o sitio

Un lejano 2 de octubre de hace dos años, recuerdo que me puse a divagar sobre mi futuro, sobre a qué es lo que me iba a dedicar en la vida, por qué camino continuaría y qué sería de mí. Quisiera rescatar esta entrada, recuperarla y compartirla con vosotros. A veces, cuando tienes una idea en la cabeza, aunque en la realidad no tenga mucho sentido, debes llevarla hasta al final, debes dejarte llevar por la intuición porque quién sabe, igual un día esa pequeña decisión que tomaste un día se convierte en la que determina tu vida.

Corría otra mañana más para estar segura de no llegar tarde, para aparentar no haberlo hecho nunca antes y sobre todo para poder tomarme mi cigarro matutino cinco minutos antes de entrar al infernal periódico en el que llevo seis meses ya. Eso para mí es como una vida entera.


Todos los días salgo a las cinco de casa porque a las siete la edición ya tiene que estar en la calle. Irrumpo en mi pequeña oficina sigilosamente y mis compañeros me sonríen con cara de sueño. ¿Cómo es esa cara? Indescriptible. La gente ya está corriendo de un lado para otro, me encanta poder haber dormido media hora más que ellos.

Miro a derecha y a izquierda y puedo adivinar que la mesa con la enorme pila de papeles es la mía, la del donuts y la de la taza de café, eso es vida y lo demás son tonterías. Noticia de última hora según mi jefe: "Muere tras cinco puñaladas un inmigrante de nacionalidad ecuatoriana en..." No sé si sería por el sueño común o por nuestra innata tranquilidad pero nadie parece inmutarse y todo el mundo vuelve inmediatamente a su trabajo sin que parezca importarle que haya una vida más en este mundo o una menos.

Adivino qué titular puedo utilizar para la noticia principal de la portada y sigo rebuscando entre mis papeles la razón para seguir en este antro del que un día me enamoré sin darme cuenta. Cuando miro atrás y pienso todo lo que me costó estar aquí. La gente grita, se agobia, pasa a toda velocidad como si la vida le fuera en ello. Yo me siento, me digo y me repito este es mi lugar porque como cada mañana consigo concentrarme en esta silla aunque esté muy lejos de mi casa y consigo plasmar en cada frase lo que quiero. Oigo la voz estridente de mi jefe sobre mi cabeza suena como el ruido de un cañón y en mi cara se refleja el miedo de las tropas. Edición cerrada. Otra vez he llegado a tiempo, este es mi sitio.
Por suerte, creo que por ahora he decidido bien, estoy en la Carlos III de Madrid haciendo el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual y hasta donde sé, creo que por ahora no me he equivocado. Demasiada vocación ha superado tanta desmotivación existente en la profesión, eso es amor, sino ya hace tiempo que estaríamos todos en la facultad de jurídicas viviendo la vida.

Las fotos son de Google, si alguna es tuya y no quieres que sea utilizada sólo dímelo y la quitaré.

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